jueves, 12 de marzo de 2015

Momentos de lucidez

En ocasiones no puedo evitar sentirme inteligente. Si queda feo decirlo así, pero es lo que se me pasa por la cabeza. Llegué lejos en los estudios, progreso con bastante velocidad profesionalmente, supero los retos que me encuentro por el camino y todo ello sin mucho esfuerzo....el puto amo vamos.

Luego, por suerte, tengo algunas pequeñas cosas que me mantienen con los pies en el suelo y me recuerdan que tengo mis momentos de suma estupidez. Puedo recoger entre estos grandes hitos:

  • Dejarme las llaves de casa.
  • Buscar las gafas que llevo puestas.
  • Dejarme las llaves puestas en la moto y pirarme.
  • Confundir el teléfono inalambrico con mi móvil y llevármelo por ahí.
  • Meterme en el aula que no es y chuparme una clase que no es la mia.
  • Irme sin pagar del supermercado por creer que ya lo había hecho.
  • Convocar una reunión y no saber de que coño iba a hablar.
  • Empezar a dar un concierto con el bajo eléctrico desenchufado.
  • Encontrarme a un conocido, tener una conversación larga y al terminar seguir sin saber quien era.
Las pifias causadas por el alcohol como pensar que saltar a un río desde un puente en Asturias a las 4 am sería una buena idea o las carreras dentro de contenedores de basura los dejaré para otro día.


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